No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo.
Epicteto
La ansiedad es nuestro mecanismo de defensa ante potenciales peligros a los que nos enfrentamos, de tal manera que cuando aparece una amenaza, nuestro organismo se hiperactiva y esto hace que tengamos una respuesta de lucha o huida, dependiendo de cómo interpretemos dicha amenaza. Por lo tanto, la ansiedad es un mecanismo de supervivencia.
Llegué a consulta mal, la ansiedad me dominaba, hasta el punto que yo había desaparecido por completo, me había perdido en un mundo de miedos, inseguridades, llantos, apatía y muchas cosas más que no entendía.
Iba por primera vez a un psicólogo y me sorprendió su naturalidad, cercanía, buen humor, implicación, interés y muchas cosas más.María, 42 años
Antes de ir a consulta me sentía fatal, tenía mucha ansiedad, obsesiones, miedo e impotencia.
Raúl Gordillo 36 años
Tienes taquicardias o dificultades para respirar
Te has mareado
Sientes dolores en el pecho o abdominales
Te obsesiones fácilmente con pensamientos que te generan malestar
Tienes miedo extremo a la enfermedad o a la muerte
Cualquier de estos síntomas, u otros, podría ser el tuyo
Tenía sensación de angustia, taquicardia, y lo más molesto de todo, tenía mareos. Era horrible, notaba como una inestabilidad al caminar. Todo el día desde que me levantaba, los mareos no paraban. Perdía la estabilidad de tal forma que, parecía que en cualquier momento me iba a desmayar. Temía ir a determinados sitios, a conducir, etc., temía que me ocurriera algo. Todo ésto, en definitiva, me impedía hacer una vida normal...Y una noche exploté, me paralicé completamente, me encontraba bloqueado, muy mareado, y notaba muy fuerte los latidos del corazón, pensé que sufría un infarto y casi llegué a temer por mi vida… Me diagnosticaron ansiedad.
E.M.C. 59 años
Cuando vamos por la calle despistado y un coche viene a toda velocidad, en décimas de segundo damos un salto desde el paso de peatones hasta la acera que nos pone a salvo. Para poder hacer esto, nuestro organismo se ha hiperactivado en décimas de segundo, nuestra respiración se ha agitado, nuestro corazón se ha puesto a cien, nos hemos tensado muscularmente, etc. Todo esto que nos ha pasado, es la respuesta que ha generado nuestro organismo para poder ponernos a salvo del coche que venía a toda velocidad y que ha hecho que nos salve la vida, es nuestra respuesta de supervivencia y se llama ANSIEDAD.
Sin embargo, esta respuesta a veces nos juega una “mala pasada” y es cuando aparecen los trastornos de ansiedad.
Durante la terapia empecé a comprender lo que me pasaba y como tenía que aplicar las herramientas aprendidas...he aprendido a controlar la ansiedad y ya sé muy bien lo que me pasa
Rául Gordillo 36 años
Aprender a controlar los síntomas de la ansiedad
Dejar de evitar situaciones
Aprender a manejar el estrés
No volver a perder el control con la ansiedad
Tener una vida normalizada
Estaba claro entonces que necesitaba la ayuda de un profesional y mi mejor elección fue ponerme en manos de Antonio para volver a recuperar lo mejor de mí, y salir de una vez por todas de esta situación. Así fue, y tengo que decir que en los dos primeros meses fue un cambio brutal lo que noté. Me propuse poner todo lo que estuviera de mi parte, me encontraba muy a gusto en las sesiones de terapia con Antonio y puse mucho interés en leerme todos los textos y hacer todos los ejercicios que él me facilitaba, y poco a poco fui notando un cambio exagerado
E.M.C. 59 años
Aún convivo con la ansiedad, pero ahora se detectarla rápido, busco la amenaza que me lo provoca y poder gestionarla lo antes posible. A veces desaparece por completo, otras tarda un poco, pero alucino cuando me veo en una situación de estas como consigo gestionarlo, aún no me lo creo.
Tengo a Antonio muy presente, recuerdo sus palabras como si fuese hoy mismo.
Antonio bendita la hora en la que te conocí.María, 42 años