
25 Sep ANSIEDAD: SÍNTOMAS Y TRATAMIENTOS.
La ansiedad es uno de los trastornos psicológicos más comunes.
Imagina dos jóvenes neandertales que van por el bosque y de buenas a primeras aparece un tigre. Uno de los dos jóvenes tiene una respuesta en su organismo que hace que en menos de un segundo se suba a un árbol y se ponga a salvo. El otro esta respuesta no la tiene, por lo tanto, el tigre le ataca y lo mata.
Más adelante el joven que se ha puesto a salvo conoce a una chica y tiene un hijo. Este hijo hereda los genes de su padre y entre ellos está la respuesta que hizo que se salvara del tigre. Así ha ido ocurriendo generación tras generación hasta nuestros días, de tal manera que todos los seres humanos tenemos una respuesta en nuestro organismo que hace que cuando aparece un peligro, se dispara y nos salva del mismo.
A esta respuesta la llamamos ANSIEDAD. Por lo tanto, la ansiedad, no es ni más ni menos que la respuesta que tenemos para enfrentarnos a los peligros que aparecen en nuestra vida.
La ansiedad es una repuesta de lucha o huida. A pesar de la mala fama que tiene, es un mecanismo de supervivencia y está diseñada para salvarnos la vida. Cuando popularmente nos referimos a la ansiedad, realmente nos estamos refiriendo a los trastornos de ansiedad, es decir cuando percibimos como peligrosas situaciones que realmente no lo son.
¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS DE UNA CRISIS DE ANSIEDAD?
Cuando aparece la ansiedad es porque estamos percibiendo una amenaza. En nuestra sociedad nuestros peligros son más sociales que físicos. La ansiedad es un mecanismo diseñado para peligros físicos aunque en ocasiones nos juega una mala pasada, puesto que para que poder ser eficaz, necesitamos poner nuestro organismo a tope y para ello necesitamos que nuestro corazón esté muy acelerado, que nuestra respiración se agite, que tengamos gran tensión muscular, etc.
Los síntomas de ansiedad se puede resumir en que nuestro organismo funcionando a dos mil por hora para alejarnos de ese peligro que estamos percibiendo. Sin embargo, como no luchamos ni huimos, percibimos los síntomas de ansiedad como sensaciones extrañas que nos generan un gran malestar.
Los síntomas habituales de una crisis de ansiedad son:
- Taquicardias
- Mareo
- Aumento del ritmo respiratorio
- Sensación de asfixia
- Visión borrosa
- Tensión muscular
- Dolor.
- Pinchazos en el pecho
- Sensación de irrealidad
- Sudor
- Ráfagas de calor-frío
- Hormigueo
- Entumecimiento y perdida de sensibilidad
- Calambres
- Molestias abdominales
- Flojedad en las piernas
- Sensaciones en el estómago
- Sequedad de boca
La mayoría de todos estos síntomas de ansiedad son como fruto de la activación del sistema nervioso, y son las mismas sensaciones que cuando estamos haciendo un ejercicio muy intenso (aceleración del ritmo cardiaco, respiración agitada, sudor, tensión muscular, etc.), pero hay otros síntomas de ansiedad que están producidos por la propia hiperventilación que se produce al coger más oxígeno del que necesitamos.
Síntomas de ansiedad como la sensación de irrealidad, las sensaciones de asfixia, la visión borrosa o la pérdida de sensibilidad son producidos por éste exceso de oxígeno que tenemos en nuestro organismo.
Lo peculiar de las crisis de ansiedad es que la intensidad de estas sensaciones es muy elevada llegando a ser realmente perturbadora, y además aparecen bruscamente, sin previo aviso, como surgidas de la nada.
Es importante aclarar que no todo el mundo tiene los mismos síntomas de ansiedad, cada persona tiene su propio patrón de activación del sistema nervioso. Unas personas notarán unas sensaciones y otros otras, va depender de muchos factores.
Saber que estas sensaciones las experimentamos todos cuando estamos nervioso nos ayuda a normalizar el proceso. Lo que diferencia una crisis de ansiedad o ataque de pánico, de un estado de ansiedad o nerviosismo, es la intensidad de las mismas.
Cuando tenemos un ataque de pánico la intensidad es tan elevada que la persona no puede hacer nada, le paraliza y genera un miedo terrible a las consecuencias de dichos ataques. Esto hace que la persona empiece a tener un miedo horrible a estas sensaciones experimentadas y empiece a huir de todos los lugares donde aparecen, acabando por incapacitar a la persona.
¿ES LO MISMO ANSIEDAD Y DEPRESIÓN?
Muchas personas pueden confundir la ansiedad con la depresión a pesar de ser trastornos psicológicos diferentes suelen aparecer juntos.
Como hemos visto anteriormente la ansiedad se dispara cuando percibimos una amenaza y es un trastorno dónde la emoción que prevalece es el miedo. La depresión es un trastorno del estado de ánimo, y la emoción que está presente constantemente es la tristeza, acompañada de sentimientos de culpa, baja autoestima, sensación de cansancio, apatía, problemas de sueño y falta de concentración.
Con frecuencia, aparecen juntos dichos trastornos y es por ello por lo que la gente los confunde, porque los síntomas de uno y otro se solapan.
Cuando alguien tiene un problema de ansiedad acaba sintiéndose muy triste porque su vida queda muy incapacitada y empiezan a aparecer los síntomas depresivos, su vida deja de ser satisfactoria para él.
También puede ocurrir al revés: una persona depresiva empieza a tener síntomas de ansiedad, empieza a percibir su vida como una amenaza y empieza a tener miedos que hacen que aparezca la ansiedad.
Otras veces aparecen la ansiedad y la depresión conjuntamente, la persona empieza a desarrollar miedos y su vida la percibe como poco satisfactoria, con lo que se deprime y tiene síntomas de ansiedad a la vez, entrando en un estado de ansiedad y depresión.
COMO COMBATIR LA ANSIEDAD. CONSEJOS.
Lo mejor que puedes hacer para combatir la ansiedad es buscar ayuda psicológica, pero hay una serie de consejos que te pueden venir bien para evitar sufrir crisis de ansiedad.
Estos serían los siguientes:
- Haz ejercicio físico con regularidad. La práctica moderada de ejercicio físico tiene un efecto beneficioso sobre los niveles de estrés y reduce la posibilidad de desarrollar ansiedad.
- No te automediques. Si tienes ansiedad y crees que necesitas ayuda, busca ayuda psicológica y si es necesario la medicación que sea el médico quien te la recete. Si ya tienes un tratamiento establecido, no alteres la dosis ni el tiempo establecido por el profesional.
- Revisa la distribución de tu tiempo. La vida no es sólo trabajar y obligaciones. Procura establecer un reparto equilibrado de tu tiempo, para que tengas tiempo para todo. Tan importante como el trabajo es la familia, los amigos y tus aficiones. Una mala distribución de tu tiempo te hará muy vulnerable a los problemas de estrés y por lo tanto a la ansiedad.
- Habla en voz baja y despacio. Procura mantener un ritmo que no fuerce tu respiración. Hablar alto o rápido facilita la hiperventilación y puede provocar ansiedad.
- No tomes cafeína y otros excitantes. El café, la coca-cola, el chocolate, el té y las bebidas energéticas son excitantes que pueden provocar ansiedad.
- No consumas drogas. Algunas drogas como las anfetaminas, la cocaína y otros estimulantes producen crisis de ansiedad con una gran facilidad. Además, el cannabis puede producir síntomas de ansiedad con asiduidad.
- No te pases con el azúcar. El consumo de productos con una elevada concentración de azúcar puede provocar ansiedad, sobre todo en personas sensibles al descenso de niveles de azúcar en sangre.
- No comas rápido. Comer rápido facilita que se produzca la hiperventilación y por tanto producir ansiedad.
- Intenta no bostezar ni suspirar. Los bostezos y los suspiros pueden producir también hiperventilación y facilitar así la aparición de una crisis de ansiedad.
- Evita dormir poco. Dormir menos de lo necesario pueden provocar situaciones de estrés que pueden favorecer la ansiedad.
Respecto a los tratamientos para la ansiedad, hay dos tipos de tratamientos: el tratamiento psicológico y el tratamiento farmacológico.
Los dos tratamientos pueden ser complementarios y en un número importante de casos es lo recomendable. Sin embargo, otras veces con el tratamiento psicológico simplemente se resuelve el problema, sin la necesidad de medicación.
El tratamiento farmacológico, suele consistir en antidepresivos y ansiolíticos.
El tratamiento psicológico consiste en dotar a la persona de una serie de estrategias para aprender a manejar el malestar producido por la ansiedad. Estas estrategias van a ir dirigidas a tres niveles de respuesta:
- A nivel emocional, lograr la relajación física con técnicas de relajación muscular y de respiración diafragmática.
- A nivel mental, acabar con los miedos y angustias con técnicas de resolución de problemas y de reestructuración cognitiva.
- A nivel conductual, terminar con las evitaciones con entrenamiento asertivo y técnicas de exposición.
CONCLUSIONES SOBRE LA ANSIEDAD
Como hemos visto anteriormente la ansiedad puede llegar a ser muy incapacitante.
La ansiedad es un problema muy frecuente y que genera mucho sufrimiento, pero a la vez es uno de los trastornos que con un buen tratamiento psicológico se resuelve en un alto porcentaje de las veces. Las personas que sufren ansiedad suelen tener muy buena respuesta al tratamiento psicológico.
Muchas personas recurren a la automedicación como solución a la ansiedad, a través los ansiolíticos, fármacos muy populares y que la mayoría de las personas conocen. Este tipo de medicación es muy eficaz a corto plazo, pero tienen un gran poder adictivo y acaban convirtiéndose en un problema añadido.
El tratamiento farmacológico en la ansiedad no siempre es necesario.
Cuando es necesario el tratamiento farmacológico debe ser un especialista, un psiquiatra, la persona indicada para ajustar la medicación adecuada a la persona.
Lo que sí es imprescindible para poder resolver los problemas de ansiedad es el tratamiento psicológico. Sin tratamiento psicológico difícilmente se va a resolver un problema de ansiedad, incluso a veces se empeora al no conocer cómo funciona la ansiedad y no tener recursos para poder manejarla. Incluso con medicación, sin terapia psicológica, no se suele resolver el problema.
La medicación hace mejorar los síntomas, pero no el origen de dicho problema.
Si la ansiedad es tu problema pide ayuda.
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