
26 Jul La importancia de poner límites
Poner límites es una acción que nos cuesta porque al principio requiere de mucha determinación para llevarla a cabo.
Sin embargo, es imprescindible para mejorar muchos aspectos de nuestra vida: desde conseguir una meta profesional, cuidar nuestra salud por tener dolencias o superar una adicción.
Muchas veces, poner límites implica empezar a decir “no” porque siempre aceptamos lo que nos proponen y eso nos genera malestar porque a veces no nos apetece hacer algo.
También supone acotar determinadas relaciones que abusan de nuestra confianza y no somos capaces de poner sobre la mesa el malestar que nos genera esas actitudes.
Por eso, quiero hablar hoy de la importancia de poner límites en nuestra vida.
¿Por qué es importante poner límites?
Poner límites, normas y aclarar que toleramos y que no, nos permite tomar las riendas de situaciones de la vida cotidiana que nos provocan frustración o malestar emocional.
Poner límites no es solo algo que beneficie a la educación de nuestros hijos, también a los adultos es vital para no desbordarnos.
En ocasiones acarreamos con tareas porque se da por supuesto que debemos hacerlas y, como dice el dicho: “del uso nace el abuso”.
Una tarea por si sola no es nada pero sumada al resto de obligaciones y quehaceres cotidianos, puede suponer un detonante para padecer un cuadro de ansiedad o de estrés.
Aprender a delegar responsabilidades en casa y en el trabajo, dejarse ayudar y aprender a discernir que es una relación sana de una que no lo es son puntos relevantes a la hora de empezar a poner límites.
Para poner límites, por tanto, debemos ser conscientes de qué situaciones nos generan malestar emocional y desequilibrio.
¿Por qué es importante las normas y los límites en los niños?
Actualmente tenemos hijos porque queremos.
Ya no es la situación que vivían generaciones pasadas en las que los hijos venían “si Dios quiere” y en cuanto tenían capacidad de ponerse en pie y ser un poco autónomos, colaboraban de cualquier modo en el hogar familiar.
Actualmente nuestros hijos tienen un hogar confortable y les ayudamos a todo lo que podemos.
Como decíamos antes, del uso nace el abuso y esta ayuda puede redundar en el desarrollo de los niños que sienten que sin ayuda no pueden hacer las cosas, falta de autoestima y falta de autonomía.
Por eso, es importante poner límites y enseñarles a hacer cosas por sí mismos y que tengan responsabilidades acordes a su edad dentro del hogar.
Estas normas y límites les ayudan a ser autónomos y a que tomen conciencia de que dentro de un grupo además de una responsabilidad colectiva, existe una responsabilidad individual.
Además, “hacer cosas” y ser autónomos genera una sensación de empoderamiento que propicia el desarrollo de una autoestima sana en los chavales quienes afrontan nuevas situaciones siendo conscientes de sus fortalezas.
¿Qué es aprender a poner límites?
Aprender a poner límites está muy ligado a ser honestos con nosotros mismos y requiere de un trabajo de autoconocimiento.
Solo de esta forma podremos saber qué personas son las que queremos a nuestro alrededor y ser conscientes de qué queremos en cada situación.
Además, poner límites está relacionado con ser capaces de expresar lo que queremos y lo que no queremos de forma asertiva. Es decir, ser capaces de expresar nuestros deseos de manera empática y así evitar hacer daño a la otra persona puesto que tiene sentimientos igual que los tenemos nosotros.
Conviene aclarar que poner límites no es ser sinceros con todo el mundo porque sí, la sinceridad está muy ligada a la visión subjetiva que tenemos de las cosas.
Muchas veces, callar lo que realmente pensamos de algo no significa no ser sincero. Significa que no queremos hacer daño a la persona que tenemos delante.
Conclusiones sobre poner límites en nuestra vida
Poner límites nos cuesta y eso es porque tenemos mucho miedo al rechazo, eso supone que a veces prioricemos las necesidades y apetencias de los demás frente a las nuestras.
Decir que no a algo no significa que seamos malos amigos o compañeros, significa que no te apetece o no tienes tiempo y eso se debe respetar (y debemos respetarlo a los demás).
Pensar que es egoísmo o machacarnos con esos pensamientos negativos es exagerado puesto que nada pasa cuando decimos que “no” a algo, el mundo sigue girando solo que nosotros nos sentiremos mejor por hacer lo que realmente queremos hacer y priorizarnos.
De eso se trata vivir en equilibrio y cuidar de nuestra salud mental.
Si te cuesta poner límites, puedes visitarnos en nuestro gabinete psicológico en Badajoz o nuestra consulta en Mérida.
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