
27 Oct El Mindfulness una técnica milenaria muy de moda
Mucho se habla del mindfulness como una técnica muy adecuada para gestionar la ansiedad. Sin embargo, no solo sirve para ataques de ansiedad, el mindfulness es una práctica milenaria que te va a ayudar a disfrutar mucho más de todo lo que ven tus ojos.
¿Quieres saber más? ¿Te lo contamos?
¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness significa atención plena.
Consiste en prestar atención única y exclusivamente a lo que estamos haciendo en este momento. Sin dejarnos llevar por pensamientos, por los que “no se me olvide” o los “tendría que estar haciendo …” mientras nos tomamos un respiro.
¿Para qué sirve el Mindfulness?
El mindfulness nos ayuda a estar en el momento presente y eso es muy útil en un mundo en el que vivimos desconectados de nosotros mismos.
Rodeados de estímulos (redes sociales, internet, Netflix…), obligaciones y falta de tiempo es muy fácil sentir estrés o ansiedad.
A veces, le damos demasiado a la cabeza y hacemos suposiciones llegando incluso a sufrir por el estado emocional que nos genera esa forma de pensar.
En esos casos es muy útil practicar Mindfulness porque nos reequilibra y nos hace volver a nuestro centro, manteniendo nuestra atención en lo único que existe: el ahora.
También es muy útil para los niños.
Cuando nuestros hijos se enfadan en una de esas rabietas, enseñarles a centrar su atención en la respiración les ayuda a tranquilizarse. Además, así le estás enseñando una herramienta muy poderosa que podrán usar el día de mañana en otros momentos.
¿Cómo se aplica el mindfulness?
Aplicar técnicas de mindfulness es mucho más sencillo de lo que parece.
Cuando hablamos de mindfulness pensamos que debemos aprender a ejecutarlo con novedosos métodos complicados.
Pues te voy a contar un secreto: solo debes prestar atención a tu respiración.
Para comenzar a aplicar el mindfulness es conveniente que estés solo, relajado y en una postura cómoda.
Puedes estar sentado o tumbado, como tu prefieras. Si eliges tumbado, ¡no te duermas!
Una vez que tienes la postura puedes ponerte música relajante o sonidos de la naturaleza…Si no quieres no.
Cierra los ojos.
Comienza tomando respiraciones profundas por la nariz y expulsa el aire despacio por la boca.
Una forma de concentrarte en la respiración es contar el tiempo que estás tomando el aire por la nariz y expulsarlo en el doble de tiempo.
Por ejemplo: si tomas aire y has contado hasta 4, al expulsarlo llega hasta 8.
Expulsa el aire como si estuvieras soplando por una pajita.
Si es la primera vez, no te angusties con el tiempo.
Comienza por 5 minutos. Durante ese tiempo, no te enredes con las cosas que se te vayan pasando por la cabeza.
Cuando notes que te has trabado con un pensamiento (mira lo que me ha dicho esa persona, que no se me olvide comprar peras, cuando termine tengo que tender la ropa…) vuelve a la respiración
Cuenta al tomar el aire, cuenta el doble mientras lo expulsas.
¿Qué beneficios te da la práctica de la atención plena?
La práctica continuada del mindfulnes ayuda a focalizar la atención en los propios pensamientos, nuestras emociones y en las sensaciones de nuestro cuerpo. Centrándonos en la respiración logramos tener consciencia plena en el momento presente.
Son muchos los beneficios de la práctica habitual del mindfulness, aunque podríamos destacar los principales:
- Reduce el estrés
- Mejora los estados de ansiedad.
- Ayuda a conciliar el sueño
- Mejora nuestra inteligencia emocional porque nos ayuda a controlar nuestros pensamientos y por tanto nuestras emociones.
- Incluso aumenta la actividad neuronal dentro de nuestro cerebro.
Conclusiones sobre el Mindfulness
Es necesario cuidarnos y ese cuidado no es solo físico, también es emocional.
Debemos parar un poco cada día, bajar las revoluciones y centrarnos en el aquí en el ahora.
De esta forma estaremos más presentes y haremos menos elucubraciones de lo que pasa a nuestro alrededor.
Nos conoceremos mejor y ganaremos serenidad.
¿Hablamos?
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